La denominación que recibe esta maciza construcción se debe a la cadena esculpida en la fachada principal que da a la Calle Colada y que rodea la mayor parte del edificio a modo de friso, estando muy erosionada en determinadas partes.
En el edificio predomina el aspecto macizado, en parte por su planta de rectángulo, estructurado en tres plantas, una de bodega, una planta baja y un piso ennoblecido con un piso construido en épocas muy posteriores y que claramente desentona con el resto.
Construido a mediados del Siglo XVI cuenta con una bella ventana esquinera, muy al uso en las construcciones mirobrigenses de la época, ventana con parteluz y adornos sencillos.
Construido a mediados del Siglo XVI cuenta con una bella ventana esquinera, muy al uso en las construcciones mirobrigenses de la época, ventana con parteluz y adornos sencillos.
La casa perteneció a los Pacheco Giral , Lugones y Centeno y dispone de tres blasones perfectamente diferenciados. Dos cubiertos con conchas o veneras y uno inclinado sobre la ventana esquinera al estilo de la época y que tanto se puede apreciar en los edificios mirobrigenses de esta época.
La portada con arco de medio punto y realizado con grandes dovelas, enmarcado con un gran alfiz decorado con la cadena. Señalar así mismo que la portada esta descentrada en esta fachada.
En el lateral de la actual calle Diez Taravilla , que asciende hacia el obispado o fachada del poniente destaca un medio cilindro correspondiente al exterior de la escalera de caracol que comunica los dos pisos del edificio y similar a la de la conocida como casa del Cañón o del mayorazgo de Chaves que hemos analizado en la rúa del Sol.
El escudo con león coronado y flor de lis, pertenece al apellido Loaysa.
El escudo con calderas pertenece a los Pacheco y emparentaría con los Lugones.
La casa tendría probablemente como propietaria a Isabel Nieto Pacheco, que la donaría a Francisco Pacheco, que sería el propietario a fines del XVI
La edificación quedaría destruida en su interior en la Guerra de Sucesión hacia 1706 y posteriormente seria convertida en cuartel, siendo propiedad del Marques de Espeja, depositario del mayorazgo Águila, el cual sería propietario a mediados de siglo de multitud de edificios en Ciudad Rodrigo
Ya en el S XX fue refugio de indigentes, siendo a final de siglo, Sala de Juegos y discoteca.
La edificación quedaría destruida en su interior en la Guerra de Sucesión hacia 1706 y posteriormente seria convertida en cuartel, siendo propiedad del Marques de Espeja, depositario del mayorazgo Águila, el cual sería propietario a mediados de siglo de multitud de edificios en Ciudad Rodrigo
Ya en el S XX fue refugio de indigentes, siendo a final de siglo, Sala de Juegos y discoteca.