Edificio realizado en la segunda mitad del XVI, esta casa está situada en la actual Plaza de S. Salvador frente a la fachada principal de la catedral. La casa cuenta con dos pisos además de bodega y desván bajo cubierta.
La fachada realizada con una gran sobriedad y escasa decoración, concentra la misma en la parte de la puerta adintelada.
La fachada realizada con una gran sobriedad y escasa decoración, concentra la misma en la parte de la puerta adintelada.
Esta puerta se encuentra blasonada con tres elegantes escudos. Sobre el dintel se sitúa un elegante alfiz que enmarca toda la puerta y que se eleva hasta la altura del dintel que forma la ventana del piso noble situada sobre el escudo que contiene la gran N de los Miranda.
El edificio, probablemente fuera promovido por el canónigo D Hernando Miranda. A parte del escudo central de los Miranda (atribuido también por algunos autores a los Soria). Los otros dos escudos pertenecen el de la izda. según vemos la fachada a los Chaves con las conocidas llaves que podemos observar en tantos edificios de Ciudad Rodrigo.
A derecha el roble del apellido Robles, que serían los linajes maternos del referido canónigo, estos blasones se repiten en los elementos del patio interior.
La zona donde se edifica la casa de los Miranda, quedó muy deteriorada en el ataque portugués de 1706 y posteriormente en el S. XIX en los sitios de 1810 y 1812.Todo ello provocó la ruina del edificio, el cual fue reedificado a fines del siglo XIX, reconstrucción promovida por D. Clemente de Velasco y Sanchez Arjona, descendiente de los Miranda, quien reformó parte de la fachada y todo el interior.
Señalar como este edificio en el lateral de la Plaza de S. Salvador junto al palacio de Villalcazar ( actual Conde Rodrigo) y el analizado Palacio de la Marquesa de Cartago, nos proporcionan uno de los rincones más especiales de Ciudad Rodrigo.
Señalar como este edificio en el lateral de la Plaza de S. Salvador junto al palacio de Villalcazar ( actual Conde Rodrigo) y el analizado Palacio de la Marquesa de Cartago, nos proporcionan uno de los rincones más especiales de Ciudad Rodrigo.