La casa solariega de la familia de los Águila es un edificio de dos plantas que en su fachada y lados este y oeste, linda con vías urbanas. La fachada a la calle del príncipe (actual Juan Arias),la este al Campo de Flores( actual Plaza de Dámaso Ledesma) y la oeste a la calle Pendavades (actual General Pando).
El edificio fue sede del mayorazgo de los Águila, fundado por Diego Sanchez Calderón (presente en los escudos con cinco calderas), quien crea el referido mayorazgo a partir de 1492.A este primer miembro del mayorazgo le continuaron D Antonio del Águila, D. Francisco del Águila en cuya época de debió comenzar a construir el palacio, cuyas obras se continuarían con su hija Antonia y posteriormente con Doña María, pudiendo terminar las primeras obras con D Iñigo de Mendoza y de la Cerda, Principe de Melito que había casado con Ana del Águila y que dio lugar a que el Palacio fuera conocido como Palacio del Príncipe y daría nombre también a la calle donde se sitúa la fachada del edificio.
El palacio construido en la segunda mitad del XVI es de sillería de piedra de la zona en sus lados principales, siendo su parte derecha que linda con la actual plaza de Dámaso Ledesma obra en su mayoría del siglo XVII.
El palacio construido en la segunda mitad del XVI es de sillería de piedra de la zona en sus lados principales, siendo su parte derecha que linda con la actual plaza de Dámaso Ledesma obra en su mayoría del siglo XVII.
En cuanto a su fachada principal destaca una gran puerta semicircular con grandes dovelas, que es muy común en la arquitectura renacentista de Ciudad Rodrigo. Arco semicircular bajo un alfiz quebrado que cuenta con dos flameros o candeleros que sostienen los símbolos heráldicos de la familia, el león y el águila y que también abarca el balcón superior.
Los vanos de la referida fachada en su parte izquierda que serían los realizados en el XVI son de varios tipos. En la parte de abajo son cuadrados a modo de aspilleras, con un segundo grupo de ventanas cuadras más grandes. En el piso superior destaca la ventana en esquinera de la torre, característica de otras edificaciones renacentistas de Ciudad Rodrigo.
Destacando también la ventana que da luz al salón interior. Esta ventana tiene recruceteado y aparece enmarcada en su parte superior por una especie de columnilla a modo de baquetón. El antepecho lo forman dos semicolumnas escamadas y en el centro balaustres de piedra. El resto de las ventanas y balcones pertenecerían a las obras del Siglo XVII con mayor tamaño y nula decoración.
El patio interior es cuadrangular y tiene doble galería en tres de sus lados. En el todos los arranques de los arcos de la parte inferior se disponen escudos y medallones.
Destacan en la parte superior los antepechos, realizados con relieves de animales fantásticos. El antepecho de la parte este fue realizado a principios del siglo XX imitando el de los otros dos lados.
Los antepechos originales están mucho más deteriorados.
Entre los escudos destacan las armas de los Águila con león rampante y águila exployada, o las armas de los Calderón con cinco calderas solas o acompañadas de 9 estrellas.
Señalaremos así mismo, que el edificio en su construcción renacentista del siglo XVI se iniciaría hacia 1545, siendo dirigidas las obras en sus primeros años por Hernando de Güemes, quien a su muerte sería sustituido por su hijo Juan de Güemes a partir de 1555. Aunque aún en 1583 se estaría construyendo bajo la dirección de Juan de la Puente.
El 28 de diciembre de 1692 fue designado como Palacio de S. M. mientras en él estuviera aposentada la Reina Viuda de Gran Bretaña de tránsito por nuestra ciudad para Portugal. Posteriormente en las guerras Napoleónicas fue sede de los jefes militares franceses y posteriormente de Wellington.
El palacio pasaría posteriormente en el siglo XVIII a ser propiedad del marques de Espeja, pasando a ser propiedad de la familia Bernaldo de Quirós quien lo vendería a la entidad financiera Caja Duero, quien cederá su uso al Ministerio de Cultura quien actualmente lo regenta. Esperamos que en los próximos años sea un gran contenedor cultural de la comarca mirobrigense.
El palacio pasaría posteriormente en el siglo XVIII a ser propiedad del marques de Espeja, pasando a ser propiedad de la familia Bernaldo de Quirós quien lo vendería a la entidad financiera Caja Duero, quien cederá su uso al Ministerio de Cultura quien actualmente lo regenta. Esperamos que en los próximos años sea un gran contenedor cultural de la comarca mirobrigense.