Se hace arrancar la fundación de este primer convento con la estancia de S. Francisco en Ciudad Rodrigo en 1214, para celebrar esta efemérides el año pasado se llevó a cabo el “Año Franciscano” con multitud de actividades. El convento se ubicaría a partir del lugar que ocuparía en ese siglo XIII la ermita de S. Gil.
La edificación se iría ampliando hasta ser el monasterio más importante de la localidad en el Siglo XVI. Pero su situación extramuros, propició que los avatares bélicos de la historia en una plaza fronteriza, le afectaran notablemente, primero en los inicios del siglo XVIII en la conocida como Guerra de Sucesión y un siglo después en la invasión napoleónica; sobre todo en el sitio francés de 1810, todo lo cual provocó el estado de ruina al que llegó hasta su reciente consolidación. Los restos que hoy podemos apreciar son una mínima parte de lo que este convento era como puede apreciarse en esta reconstrucción.
La edificación se iría ampliando hasta ser el monasterio más importante de la localidad en el Siglo XVI. Pero su situación extramuros, propició que los avatares bélicos de la historia en una plaza fronteriza, le afectaran notablemente, primero en los inicios del siglo XVIII en la conocida como Guerra de Sucesión y un siglo después en la invasión napoleónica; sobre todo en el sitio francés de 1810, todo lo cual provocó el estado de ruina al que llegó hasta su reciente consolidación. Los restos que hoy podemos apreciar son una mínima parte de lo que este convento era como puede apreciarse en esta reconstrucción.
Pudiendo contemplar solo dos capillas laterales que son las dos que aparecen en la parte inferior que estaban unidas a la Iglesia Mayor como puede contemplarse en esta reconstrucción realizada por Ángel de Luis Calabuig y alguna otra que nos servirán para tener una idea del gran tamaño del convento, que llegaría desde la Avda. de España a la zona del Supermercado el Pilar en la Avda. Portugal y desde esta hasta la calle de Fray Diego Tadeo.
La edificación que podemos contemplar a la izquierda, o de los Centeno se perfila aún como una gran capilla con una gran ventana geminada de arco apuntado, manteniendo aun en su exterior escudos nobiliarios. Cinco gavillas en sotuer que nos indica que era la capilla de los Centeno. Que contendría los epitafios alusivos a los enterramientos de Lope Osorio de Centeno y de Pero Alvarez de Centeno. Esta capilla es más alta que la contigua.
La edificación que podemos contemplar a la izquierda, o de los Centeno se perfila aún como una gran capilla con una gran ventana geminada de arco apuntado, manteniendo aun en su exterior escudos nobiliarios. Cinco gavillas en sotuer que nos indica que era la capilla de los Centeno. Que contendría los epitafios alusivos a los enterramientos de Lope Osorio de Centeno y de Pero Alvarez de Centeno. Esta capilla es más alta que la contigua.
La segunda capilla que se conserva en mejor estado, fue encargada construir por el obispo de Zamora D. Antonio del Águila, aunque su interior está muy deteriorado y no refleja la riqueza con la que fue construida.
Esta capilla se proyectó de planta cuadrada cubierta con dos bóvedas de crucería con arcos carpaneles y columnas dóricas.
Se comunicaba con la capilla mayor de la Iglesia a través de dos grandes arcos como podemos ver que estarían cerrados con rejería de la época. Hoy con dos grandes cierres de madera de encina y la parte alta con vidrio.
El exterior de la capilla de D Antonio del Águila está realizado con sólidos muros de sillería modificados con gruesos contrafuertes que llegan hasta el entablamento decorado con molduras y denticulado. En el entablamento también podemos apreciar platos circulares y debajo una decoración geométrica.
Los muros en su parte más decorada, están abiertos por grandes óculos que en su día tendrían bellas vidrieras. Rematando todo el conjunto de la capilla una balaustrada muy erosionada y elegantes candeleros.
La capilla sería obra de Pedro de Ibarra que la levantó entre 1556 y 1560 y el obispo encargó sus escudos, realizados en pizarra en todo el exterior, todos ellos timbrados con borlas arzobispales.
El interior contenía un sepulcro con estatua funeraria y un grupo escultórico que en 1556 esculpió Juan de Juni. Grupo que pasó ante los acontecimientos de la Guerra de la Independencia al Palacio de Los Águila y a partir de 1998 fue vendido al Ministerio de Cultura, estando actualmente en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, aunque se consiguió que estuviera en Ciudad Rodrigo, para las Edades del Hombre del 2006.
El resto de la Iglesia desapareció, aunque tendría una importante tribuna para el coro. También según noticias a los largo de la nave central y a los lados del presbiterio se abrían diferentes capillas, la de La Cruz, la de S Antonio, la de los Soria, la del Cristo de La Salud, la de S Francisco que tendría los escudos de los Silva y los Águila sus promotores y otras desconocidas.
Existirían también otras dependencias como el claustro bajo y alto. El bajo se adornó con cuadros de santos de la orden franciscana en la segunda mitad del XVII. A un lateral o crujía del piso bajo daban al menos dos capillas una de los caballeros Sánchez.
Existirían también otras dependencias como el claustro bajo y alto. El bajo se adornó con cuadros de santos de la orden franciscana en la segunda mitad del XVII. A un lateral o crujía del piso bajo daban al menos dos capillas una de los caballeros Sánchez.
Otras dependencias como pueden observarse en esta reconstrucción, que sería una vista desde la actual Avda. de España con el espacio que ocuparían la enfermería, noviciado, bodegas refectorio y todo lo necesario para la vida de multitud de monjes.
Esta sería la vista desde el lateral Norte, mas o menos al inicio de la actual Calle Fray Diego Tadeo.
Y por último en el siguiente esquema de Angel de Luis Calabuig y partiendo de una ubicación actual, se situaría el convento para una visión aproximada de lo que ocuparía.
Y por último en el siguiente esquema de Angel de Luis Calabuig y partiendo de una ubicación actual, se situaría el convento para una visión aproximada de lo que ocuparía.
Señalar que tras la marcha de las cigueñas en la parte alta de la capilla de los Centeno, aunque se resisten a marchar tras tirar su nido, desde su reconstrucción y consolidacion, hay una nueva ave en la parte alta de la capilla del Águila. Aquí la tenéis.